Descripción
Debe su nombre al período de envejecimiento, de un total de 36 meses en lías y 36 meses más en botella después del degüelle, que implica su cuidadísima elaboración. Una segunda madurez, dotando al vino resultante de viveza y frescura, una burbuja elegante y persistente, una acidez bien equilibrada y, en definitiva, una gran personalidad.