Descripción
Lambrusco dulce blanco frizzante. Con solo pronunciar este feliz nombre se recuerdan los olores, colores y sabores de una tierra y un vino inconfundibles y el recuerdo de una noble dama llamada Violetta. Se dice de ella que, en la corte de De’ Giorgi, hacía del Lambrusco rojo su infusión de amor para embriagar a los nobles caballeros. El vino lambrusco, fragante, seco y vivaz como su tierra, se convirtió en buen cómplice y codiciado de las comidas aristocráticas.