Descripción
Este es un albariño nada común. Comenzó elaborándose con una crianza en botellas que se introducían en jaulones sumergidos en la ría a 16 metros bajo el nivel del mar, y todavía a día de hoy se sigue haciendo así aunque solo para una pequeña partida de vinos de consumo interno de la bodega. Recibe su curioso nombre de un restaurante londinense, y su etiqueta evoca el mar en movimiento. Ha sido considerado, en varias añadas, el mejor blanco del panorama español.